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Testimonios, opiniones y relatos con respecto al DÉFICIT DE ATENCIÓN.LA ARROGANCIA DE LOS INTOCABLES.

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LA ARROGANCIA DE LOS INTOCABLES.

Hace poco, solicitando un permiso para recoger a mis hijos en el colegio más temprano de lo usual, una de las profesoras me preguntó si mis hijos manejaban el reloj. Yo le contesté que no, que el día que lo manejaran habría avanzado enormemente en la solución de sus dificultades escolares y de vida. “¿No lo manejan? ¡Pues deberían¡” me dijo”, con la ARROGANCIA DE LOS INTOCABLES. Y es cierto, mis hijos “deberían...” muchas cosas: deberían manejar el reloj, deberían hacer las tareas, deberían atender en clase, deberían quedarse quietos, deberían tener lápiz todos los días para trabajar... Tantos “deberían” que no hacen..., y los INTOCABLES, en su arrogancia consideran que es mi culpa que mis hijos no cumplan con todos esos “deberían”...

Hay varias clases de INTOCABLES. Hay intocables que creen que nunca se equivocan, que si las cosas salen mal es por culpa de los demás, que creen que lo suyo es lo mejor, o por lo menos lo bueno. Ellos, al igual que Davivienda, nunca han estado en el lugar equivocado.

Y otra clase de INTOCABLES: aquellos que consideran que saben lo que le conviene a los demás, lo que otros deberían hacer... están convencidos que si los demás actuaran, hicieran e incluso pensaran como ellos, las cosas funcionarían de otro modo (correcto por supuesto)... Ellos tienen la solución de todo, especialmente la solución de la vida de los demás... son aquellos que fácilmente dicen “Usted debería”...

Hay otra clase de INTOCABLES: aquellos cuyos hijos se portan bien, son niños que manejan el reloj, que hacen sus tareas, que se quedan quietos en el salón de clase y en las visitas, que siguen todas las instrucciones, que no molestan en clase, que cumplen con todos los “deberían”. Y estos INTOCABLES están absolutamente convencidos que sus hijos son así gracias a Ellos. Dado que Ellos –los padres- hacen las cosas “perfectamente”, sus hijos son “juiciosos”. Estos intocables no creerían nunca que sus hijos son así por características personales, no por lo que sus padres hagan o dejen de hacer... Y naturalmente, hay intocables que son una mezcla de todos los anteriores, como en las alternativas de los exámenes de escogencia múltiple: “a y b”, o “a y c”, o “b y c”, o “todas las anteriores”.

Al otro lado, a veces bien extremo, estamos “Tocados” no sé si por Dios o por la vida. Los Tocados son los que se cuestionan frecuentemente, los que están convencidos que no siempre hacen las cosas bien, o que las podrían hacer mejor. Los que se ven diariamente confrontados con situaciones que los cuestionan y les plantean la existencia de diferentes maneras de hacer las cosas, muchas de ellas correctas o por lo menos adecuadas.

Los Tocados también son aquellos que tienen niños con problemas, aquellos cuyos hijo no manejan el reloj, no cumplen con todas sus tareas, se distraen y molestan en clase, pelean con los demás, etc. Aquellos que han tenido que enfrentar el hecho de que sus hijos no son reflejo positivo de su ejercicio como padres, que sus hijos no son aquello que soñaron cuando pensaron en tener hijos. Porque en eso todos los padres somos iguales: cuando imaginábamos a nuestros hijos, cuando soñábamos en lo que serían y en cómo se  comportarían, y en cómo sería su relación “perfecta” con ellos, imaginábamos hijos fáciles, niños simpáticos, que todo el mundo querría y aceptaría, imaginábamos en montar en bicicleta con ellos y en conversar frente a una chimenea, imaginábamos un niño con quien los otros niños iban a querer jugar, imaginábamos a alguien que entendería todas nuestras razones y explicaciones, y quien diría que SI a todo lo que sugiriéramos. Imaginábamos a alguien que nos haría sentir orgullosos en una entrega de evaluaciones escolares... No nos imaginábamos a alguien que nos gritara, o que se rebelara cuando le pedimos cuentas de lo que hizo, o a alguien con quien tendríamos una lucha campal todos los días para las tareas. No nos imaginábamos tener un hijo, sobre quien alguien, generalmente un INTOCABLE nos iría a decir –con tono arrogante- “Es que usted debería...”, implicando sutilmente – y a veces no tanto- que la culpa de que nuestros hijos e hijas sean así, es nuestra.

De pronto le tengo miedo a los INTOCABLES porque yo también he estado allí, yo también en otros momentos de la vida he hablado con “arrogancia de intocables”, y le he dicho a la gente “debería”. He creído saber que la causa de las dificultades de un niño son sus padres. He considerado saber más de ellos, que ellos mismos, sin haber vivido con ellos, sin saber qué luchas diarias les han tocado... Las personas que orientan, apoyan o trabajan con padres fácilmente caen en el “Usted debería”, en la arrogancia. Basta examinar artículos en los periódicos que salen todos los días... Es tan fácil sentirse intocable y por ende hablar con arrogancia... hasta que la vida un día nos “Toca”, y nos muestra que estamos equivocados, que no lo entendemos todo, que no tenemos la solución de todos los problemas, que no somos dueños de la verdad. Pero hay que recordárnoslo todos los días para que no lo olvidemos y no demos consejos ni recomendaciones con “arrogancia de intocables”.

Aporte de una mamá TDAH

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2. FACTORES NEUROLOGICOS.

Se dice que hay un desbalance en el cerebro de ciertas sustancias que regulan la atención como son la dopamina y/o que el cerebro las metaboliza a un ritmo menor de lo normal.

3. FACTORES AMBIENTALES.

Aunque a veces se han mencionado posibles exposiciones prenatales a drogas y alcohol (Ross y Ross, 1982), etc. Como factores desencadenantes de este trastorno , no existe evidencia contrastada con tal relación.

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